—¡Congele! —El mundo entero parecía haberse detenido mientras un aura profundamente helada cubría la zona detrás de Meng Qi. Al siguiente instante, una gigantesca aparición de una deidad femenina de la nieve se formó detrás de ella.
Inmediatamente, la deidad movió lentamente ambas manos, entrelazando sus dedos y colocándolos frente a Meng Qi como una madre tratando de proteger a su hijo. Finalmente, el mar plateado se estrellaba contra las manos de hielo, provocando una masiva erupción de energía que inundó toda el área. Una tormenta de aire perforaba violentamente el cielo.
Lentamente, el polvo se calmó, pero la cara de Meng Qi cambió drásticamente cuando escuchó el susurro de Zeras resonando desde la cortina de humo...
—Arte de Respiración Estelar: Cuarta Forma. Recompensa de las Estrellas... —Estirando su espada hacia ella a través de la cortina de humo, Zeras dio un paso adelante. El suelo bajo él tembló como si un titán colosal, y entonces...
—Puñalada.
—Puñalada.