—Bueno, no puedo convencerte más de lo que tú mismo puedes convencerte. Dicho esto, Kenji, planeo asumir esta Limpieza del Valle de la Opresión de la Sombra como mi deber. Ese es el trabajo que corresponde a un joven maestro como yo.
Así que prepara todo lo que necesites y registra mi nombre. Después de todo, no quiero ser sorprendido violando las reglas de la secta.
—¿Eh?
—Nos vemos, Kenji —dijo Zeras mientras se desvanecía al lado de Kenji y rápidamente desaparecía en la distancia.
—Supremo General Celestial Kenji del Rey del Universo Infinito. Un hombre que había conquistado y prevalecido en mil batallas. Un hombre tan poderoso que incluso la Poderosa Raza Titán no tenía más remedio que inclinarse ante su supremacía, con miles de Bellezas Celestiales alineándose para tener algún día la oportunidad de acostarse con él... —recitó Kenji las palabras que le habían dicho.
