—¿Ocultar mi fuerza? ¿Por qué crees que estaba haciendo eso? —preguntó Zeras con una expresión confundida que casi lo engañó incluso a sí mismo.
—Estás ocultando tu fuerza. Esto lo sé bien después de tu lucha con Nazia —dijo ella, mientras Zeras levantaba una ceja.
—¿Y por qué llegaste a tal conclusión? —respondió él.
—Durante la primera prueba, eliminaste a algunos genios, y de maneras bastante atroces. He visto tu capacidad a partir de los genios que derrotaste y de los remanentes de aura que dejaste en ellos.
Eres muy fuerte, pero ninguno de nosotros puede realmente precisar cuán fuerte eres en realidad. ¿Eres fuerte físicamente? ¿Eres un muy buen lancero? ¿O eres un mago? No podemos decirlo.
—Solo tus oponentes derrotados lo saben, y estoy segura de que son demasiado orgullosos para dejar que alguien sepa cómo fueron derrotados por un genio de tercera categoría como tú.
Probablemente guardarán silencio al respecto por la eternidad. Algo que creo que tú también sabes.