La sorprendida voz del gatito Esponjoso resonó mientras sus ojos se abrían de par en par, mirando a la figura encapuchada.
—Parece que incluso lograste captar la sorprendida atención de mi gato. Realmente una gran hazaña si puedo decirlo... —Zeras reflexionó con una expresión intrigada, mientras observaba a la figura encapuchada de arriba abajo.
¿Qué clase de psicópata llega frente a alguien y pide su corazón?
—Hmm, así que quieres que te dé mi corazón... —Zeras preguntó una vez más solo para asegurarse de no haber escuchado mal, y el silencio del otro lado fue suficiente como respuesta.
—Entonces quítate la capucha y déjame ver tu rostro. Quizás si eres lo suficientemente guapo, podría volverse gay por ti y realmente darte mi corazón.