—¿Qué es? —preguntó Zeras, con los ojos fruncidos mientras miraba a Audrey, cuyos ojos destellaban con un millar de emociones.
—Descubrí que tiene que ver con la guerra. La guerra que destrozó por completo al Takamahagara en primer lugar...
—La guerra... —musitó Zeras mientras sus ojos se estrechaban, con retazos del rompecabezas apareciendo en su mente.
—Si Takamahagara hubiera repartido su poder entre esos seres que había creado, entonces esos seres, de todas las maneras posibles, deberían tener un único propósito que resonara. Aunque tuvieran sus disputas, no debería alcanzar un nivel que les hiciera destrozar Takamahagara. Y comprendiendo la fuente del daño que se había hecho, podemos concluir fácilmente que tal nivel de poder podría haber venido de ellos. Y eso dio lugar a la pregunta, ¿hubo una guerra entre ellos?
—Mi respuesta es que, ¡no! No hubo una guerra entre ellos. ¡Fue una invasión! —los ojos de Audrey brillaron mientras Zeras sentía temblar su mente.