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—Dijiste que la vida aquí es una porquería, ¿no es la vida siempre una porquería? —preguntó Zeras con un resoplido lo que provocó que el hombre asintiera con la cabeza.
—No puedo refutar eso. Pero sabes, la vida realmente puede tener sus bajones, pero definitivamente hay momentos en los que tiene sus altos. Entiendes lo que digo, hermano...
—Uh-uh.
—Sabes, hubo una vez. Era un padre feliz, simplemente cuidando de mi hija y mi encantadora esposa. Un guardia ordinario en el suelo ancestral. ¿Sabes? La vida entonces era bastante fácil; podía ver a mi hija y a mi esposa todos los días. Puedo ver lo más importante para mí en la vida todos los días, sabes. Ese fue un tiempo en el que la vida tuvo su subida, pero ahora, estoy jodidamente varado en esta maldita nave nodriza. Como que han sido jodidamente más de tres años ya. Eso es cuando la vida realmente se desplomó... —dijo el hombre mientras la línea al lado de los labios de Zera se curvaba un poco.
