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—Ja, ja, ja, ja, ja, el primer verdadero demonio espacial, jajaja... —Atherston se rió a carcajadas como un loco antes de que de repente sus ojos se volvieran extremadamente fríos en un segundo.
—Eres un niño tremendamente ignorante. Lo que te has convertido provocará tu fin. Y ahora que has arrancado mi linaje, entonces no hay necesidad de traer esas palabras familiares, ¿verdad? Después de todo, solo funcionan tradicionalmente cuando el linaje es uno, ¿no? —dijo él.
—Me parece perfecto... —respondió Quinn sin darle ninguna importancia mientras el silencio del lugar alcanzaba un nivel ensordecedor. Hasta que finalmente, Atherston señaló a Quinn.
—Mátenlo... —ordenó con frialdad mientras los dos hombres de mediana edad caminaban lentamente hacia adelante desde detrás de él.
—Tch, justo lo que se espera de un bastardo cobarde... —dijo Quinn chasqueando la lengua mientras los ojos de Atherston se fruncían.
