—BOOOOOOOOOOOOM.
Inmediatamente, ambas figuras se dispararon a lo lejos mientras Zordan sostenía su extraña katana oscura firmemente en su poder antes de ordenar:
—Bruno, Bing-Bang —llamó a ambos nombres mientras dirigían su atención hacia él—. Seguid a Goro y apoyad, él solo no podrá manejar al Buda sonriente —dijo Zordan mientras ambas figuras se miraban entre sí antes de dispararse rápidamente por el camino de destrucción creado por el dúo.
—Oye, Juro y Llamas —llamó una vez más mientras lo miraban con las cejas levantadas—. Ambos tomad al payaso de transformación ilimitada. Él es el más débil de los tres —dijo Zordan con seguridad.
—¿Estás diciendo que soy débil y por eso debería encargarme del pez pequeño? —Llamas, el hombre corpulento, le replicó de inmediato mientras llamas intensas brotaban de sus ojos y boca.
—Tch, bruto... —Zordan dijo queriendo acercarse y enseñarle un poco de sentido común, pero sabía bien que este no era el momento.
