—Es un placer trabajar en una misión que salvará al mundo entero, comandantes —dijo Zeras haciendo una reverencia a los comandantes cuyos ojos mostraban una expresión de asombro.
—¿¡Ha aceptado ir!? —La comandante pensó para sí misma mientras el orgullo que irradiaba de sus ojos y que la cegaba para tener una mirada limpia del joven desaparecía cuando miraba a Zeras bajo una nueva luz.
—Has tomado tu decisión, Estrella en Ascenso Zeras. Puedes estar seguro de que esto no será el mayor error que hayas cometido jamás. Dicho esto, entremos en el plan —dijo la mujer mientras el robusto instructor finalmente se inclinaba hacia adelante desde su asiento.
—La prueba se llevará a cabo en un planeta desolado llamado Lillithia o, como nos gusta llamarlo en la Tierra, la Isla de la Muerte.