—Caos. No trae más que dolor y sufrimiento —dijo Zeras en voz alta, dándose cuenta de la razón exacta debido al Caos a su alrededor y conectando fácilmente los puntos.
Inmediatamente después de pronunciar esas palabras, fue como si el mundo entero a su alrededor estuviera hecho de vidrio, ya que todo se hizo añicos, y justo enfrente de él estaba la misma Luna del Caos.
Mirando detrás de él, Zeras vio que había recorrido más o menos la mitad de la distancia total.
Y sin decir una palabra, siguió corriendo hacia adelante, corriendo y corriendo. Y la Luna del Caos estaba más cerca que nunca cuando de nuevo todo el mundo desapareció y se encontró en otro lugar.
—Humo ardiente elevándose al aire...
—El olor de la guerra y la batalla...
—El olor de la masacre absoluta...
Un río de sangre cubría el suelo, y dentro yacían los cuerpos de diferentes personas flotando sobre el río.