—¿Rifle de asalto M11? No está mal... —dijo Lilith mientras retiraba el arma de su rostro, colocándola de nuevo en la mochila.
—No te importa, ¿verdad? —preguntó ella a Khan, quien levantó una ceja al ver cómo todas sus herramientas habían sido retiradas de la bolsa y colocadas sobre la mesa, pero al observar a la chica de cabello morado que parecía haber recibido algún tipo de juguete, simplemente se encogió de hombros.
—Hmm, una katana ligera. Es tan hermosa. ¿Y 10 granadas del tamaño de un botón? Realmente genial... —Lilith dijo mientras giraba la katana en sus manos, dando tajos en el aire antes de apuntarla a su nariz.
—Todo este equipo es genial pero sabes que no son de mucha utilidad, ¿verdad? —Lillith dijo mirándolo con una expresión inexpresiva.
—¿Ah sí? ¿Y qué quieres decir con eso? —preguntó Khan con el ceño fruncido.