Zeras avanzó inmediatamente al llegar frente al gigantesco portón de color dorado.
Extendiendo sus manos hacia adelante, empujó, pero la puerta ni siquiera se movió un poco, lo que lo hizo arquear una ceja y resopló fríamente mientras sus manos adquirían un tono oscuro antes de empujar contra la puerta, la cual inmediatamente se abrió para él y entró en el dojo.
Al entrar en el lugar, se podían ver dibujos de diferentes razas sosteniendo diferentes armas en la pared. Aunque no eran más que imágenes, podía sentir el poderoso aura que irradiaban, mostrando que todos eran monstruos absolutos mucho más allá de su comprensión.
Zeras avanzó hasta llegar ante una pantalla de luz azul, flotando frente a ella había un cristal. Inmediatamente colocó sus manos sobre el cristal.
Una voz resonó en el dojo:
—Se ha reconocido a un desafiante...
—Preparando la 1ª Prueba del Dojo de los Titanes Durmientes...