Zeras soltó un suspiro de alivio al escuchar que la nave espacial finalmente despegaba. La anticipación de explorar los restos de una raza celestial y encontrarse con el llamado genio absoluto de las Nueve familias hizo que su corazón latiera descontroladamente en su pecho.
Sin duda, este evento definitivamente sería un recuerdo para recordar en el futuro. Pero primero:
Zeras lentamente se quitó la pequeña mochila de la espalda y vertió su contenido en el suelo.
Tres piezas de tecnología tipo barrera, una poción de invisibilidad, un extraño objeto metálico en forma de huevo y un escáner con forma de brújula.
Una sonrisa apareció en el rostro de Zeras al mirar todo el equipo. Esta era la primera vez que algo le era regalado sin que él tuviera que trabajar duro para obtenerlo. Aunque había trabajado duro durante el entrenamiento en el laboratorio, él nunca lo anticipó.