DRRIIIIIIIIIING
DRRIIIIIIIIIING
El sonido de una alarma sonando fuerte retumbaba por todo el dormitorio donde se podía ver a un joven con extraños cabellos blancos. Saliva manchaba la sábana saliendo del costado de su boca mientras una estúpida sonrisa satisfecha adornaba su rostro.
-- -- --
Un joven de piel blanca estaba sentado dentro de una bañera que revelaba pequeñas ráfagas de vapor ocasionalmente.
A su alrededor había tres damas semi-desnudas con cuerpos que harían que incluso el más disciplinado de los monjes antiguos tragaran saliva debido a la tentación.
Dos de ellas estaban detrás de él, una amasando suavemente sus músculos de la espalda, y otra masajeando sus huesos extremadamente suave, mientras que enfrente de él estaba la tercera dama con un plato lleno de fresas en su mano derecha y un jugo en la otra.