La instructora Moneca finalmente regresó al parque de la nave espacial, con Zeras a medida que descendía del aire y lo dejaba sobre sus pies.
La mayoría de los estudiantes ya estaban aquí ya que la cuenta regresiva estaba a punto de terminar y todos parecían sorprendidos al ver cómo estaba vestido.
—¿Qué pasó con su uniforme...? —el mismo pensamiento resonaba en sus cabezas ya que no había duda de que pronto habría un rumor resonando fuertemente por todo el Área para Nuevos Cadetes.
A Zeras, sin embargo, no le importaba aunque no los culpaba, sería extraño si no se hubieran sorprendido.
La mayoría ya tenía sus pensamientos disparados, pero al ver su rostro ensangrentado y su cuerpo magullado, podían adivinar que probablemente había tenido un accidente o algún percance.
