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El silencio en el cuarto de cultivo de Maná era escalofriante, y la que una vez fue una piscina azul llena de Maná se había secado.
En el silencio helado, una respiración rasposa resonaba por todo el pequeño cuarto con pequeños gruñidos que solo podían deberse al dolor, se podían escuchar.
Abajo, en el centro de la piscina ahora vacía, se podía ver la figura de un joven; a su alrededor, un charco de sangre mezclado con impurezas oscuras y pegajosas.
Zeras sentía que estaba a punto de estallar como un globo sobrellenado, excepto que estaba lleno de Maná en su lugar.
El proceso del Devorador Infinito Oscuro es difícil. Primero, uno tendría que respirar en un cierto ritmo que atraerá el Maná de los alrededores hacia el cuerpo de uno casi sin límites.
Después de alcanzar el umbral del cuerpo lleno de Maná, uno tendría que dirigir el Maná dentro del cuerpo hacia el Núcleo de Maná.
