—Una cantidad aterradora de luz blanca se encendió en todo el mundo mientras Seere se convertía en un toque humano vivo, irradiando tanta energía intensa que podría rivalizar con la de un rango de etapa temprana cósmico.
—Tú... Tú... Tú... los mataste, Asmodeo... los mataste... —Él seguía murmurando para sí mismo como si se hubiera vuelto loco, lo que hizo que Asmodeo elevara una ceja antes de que apareciera una sonrisa diabólica en su rostro.
—Sí... Caer en la desesperación. La desesperación que te perseguirá para siempre en tus sueños más salvajes. Entonces darás todo lo que tienes y después romperé ese destello de confianza que te queda y te mostraré cuán verdaderamente indefenso estás. Destrozarte sería mejor que simplemente matarte de un solo corte...
—Ba... Banzan. Ban... ¡Banzan está muerto! MUUUUEREEEEE... —El rugido de ira salió de la boca de Seere mientras la expresión de Asmodeo cambiaba ampliamente.