—Este hombre... es peligroso.
Esa era la idea actual de Fae mientras observaba a Ater, quien no era más que una partícula de polvo para ella. A pesar de lo insignificante que parecía, aún emanaba de él un escalofrío que era difícil de ignorar.
—Incluso con [Cuento de Hadas], no puedo evaluarlo ni detectar nada sobre él en lo más mínimo.
Lo único que realmente sabía sobre él era que era una mancha peligrosa en el mundo, repugnante en todos los aspectos, y que tenía que ser eliminado.
Era algo así como un virus, una parte del Sistema, pero también ajeno a él.
Algo como él era mejor eliminarlo tan rápido como fuera posible.
—Aunque quiero prolongar su sufrimiento, mi instinto me dice que lo termine lo más rápido posible. Es demasiado peligroso y astuto como para andar jugando. —pensó Fae para sí misma.
En ese momento, ella había utilizado prácticamente todas sus Habilidades excepto una.