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—Hace una semana desde que Lucielle y yo comenzamos la vida en la Academia... —murmuró para sí Rey mientras se sentaba en su asiento, mirando sin ver nada frente a él mientras el Instructor entraba al aula y sus pensamientos empezaban a divagar ligeramente.
—Hasta ahora, puedo decir que nos hemos adaptado bastante bien a la vida aquí —continuó pensativo, mirando hacia la posición de Lucielle y sus ojos se encontraron en ese mismo momento.
—¡Ah, caramba! —exclamó sorprendido y rápidamente apartó la vista, pero no sin antes verla sonreírle.
—Lucielle y yo pasamos horas comunicándonos por [Vínculo], así que en cierto modo... puedo decir que nos hemos acercado más. Aun así, los recuerdos de ese beso a veces destellan en mi mente, y eso hace que las cosas sean muy incómodas para mí —pensó con cierto pesar Rey, sintiéndose al menos agradecido de ser el único que lo recordaba.
