—¿¡Hicieron qué?!
En el momento en que Rey pronunció esas palabras, sintiendo una ira hirviente dentro de él que amenazaba con destruir la enorme y elaborada habitación que él y Kara ocupaban, toda su rabia se disipó instantáneamente.
—G-guh... Se sujetó el pecho, sintiendo cómo el último rastro de su enojo se disipaba.
La misma naturaleza de la ira le irritó aún más, pero esas emociones también se le robaron en poco tiempo.
—Señor Rey, por favor cálmese. —Kara no se dio cuenta de que Rey ya estaba calmado, más calmado que nunca, así que puso cara de preocupación mientras le hablaba.
—Los Elfos tomaron una decisión terrible, pero en su mayoría lo hicieron por ignorancia y su intolerancia preexistente. De hecho, con todo respeto, diría que todo esto se debe a la falta de atención que le prestaste a Esme...
Tan pronto como Rey escuchó esto, levantó las cejas y miró fijamente a Kara a los ojos, haciendo que ella chillara aún más.
—¿A qué te refieres con eso?