Britta siempre había sido una chica muy ruda.
Desde que era niña, le gustaban las cosas masculinas y no encontraba ningún interés en lo que hacían las demás chicas.
Eventualmente, creció para ser fuerte, justamente como su padre. Y al igual que él, se convirtió en Aventurera.
—Padre estuvo atrapado en Tres Estrellas toda su vida —siempre se lo recordaba a sí misma—. ¡Quiero ser mejor!
El hombre a quien su padre idolatraba, Jet Zephyr, era conocido por muchas cosas. Era popularmente conocido como el más fuerte, pero algunos decían que hubo un tiempo en que solía ser muy débil.
Nadie sabía si esto era cierto o no, pero la mera idea de esta historia hacía que los hombres débiles se esforzaran por ser fuertes, por ser como Jet Zephyr.
Sirvió de inspiración a su padre y, por un tiempo… también inspiró a Britta.
Pero, pronto se enteró de la verdadera verdad.
—La gente débil tiene sus límites —se decía a sí misma.