El entorno de El Calabozo Real quedó despejado.
Ninguna casa se construyó cerca de él, y el edificio más cercano estaba al menos a unos cientos de metros de distancia.
Cualquiera podía ver la razón por la cual.
El Calabozo Real era peligroso para la gente común y, a pesar de que todo el establecimiento contaba con muros fuertes y poderosos a su alrededor, los residentes de la ciudad todavía tenían que mantener su distancia.
También estaba el hecho de que refinar los Minerales era una actividad ruidosa e incómoda que molestaría a aquellos viviendo demasiado cerca de las estructuras existentes.
Debido a todos estos factores, Rey sabía que tenía que entrar de manera muy discreta.
Había una cúpula de energía invisible que rodeaba todo el complejo, por lo que no podía usar su forma de pájaro para sumergirse en su interior.
La razón de la barrera no era por seguridad, de lo contrario la Hacienda Real también la tendría.
En vez de eso, era para evitar que el excesivo ruido y la contaminación del aire se extendieran al resto de la ciudad.
Refinar Minerales inevitablemente terminaría con toneladas de contaminación como resultado de los procesos involucrados.
Para prevenir que la Capital sufriera efectos adversos, se estableció la barrera.
Se necesitaban Cristales de Maná para sostener barreras de tal magnitud, y los Cristales tenían que cambiarse frecuentemente, así que no era sostenible usar la barrera constantemente.
—Solo la usan durante la producción y refinamiento —se dijo Rey a sí mismo—. Después, apagan la barrera para ahorrar energía. Si espero hasta la noche, debería poder entrar— no es gran cosa.
Desafortunadamente, Rey no tenía todo el tiempo del mundo.
Mientras más pronto entrara, más tiempo tendría para entrenar y practicar sus habilidades adecuadamente.
Como resultado, decidió usar la opción más razonable a su alcance.
—¡Glop! —exclamó al transformarse.
Encontró un lugar para esconderse con [Sigilo] y transformó su cuerpo a una nueva identidad.
Después, caminó hacia la puerta principal.
—Mantén un frente confiado. ¡Lo tienes! —se dijo Rey a sí mismo mientras seguía avanzando.
Cuando se acercó a la puerta principal y los soldados apostados allí lo vieron, sus ojos se abrieron de sorpresa instantáneamente.
—¡Guerrero Cabeza! —todos gritaron en shock.
Muchos de ellos tenían expresiones de admiración en sus rostros. La nerviosidad llenaba el aire, y la sorpresa impregnaba todas sus actitudes.
—Supongo que Bruto es como un héroe para ellos —Rey sintió su confianza fortalecida—. Después de todo, actualmente estaba tomando la forma de una de las dos personas más fuertes en toda la Alianza.
—¿Qué le trae por aquí, señor? —preguntó uno.
—¿Requiere nuestra asistencia para algo? —indagó otro.
—¡Lo amo, señor! —exclamó un tercero.
Tantas reacciones mezcladas llenaban el aire mientras lo miraban intensamente.
Rey se sintió un poco incómodo, considerando que no estaba acostumbrado a recibir tanta atención.
—Es como sospechaba —pensó—. Bruto apenas sale de la Capital Real, así que usar este cuerpo no me pondrá en un lío complicado.
Su miedo inicial era que podría ser interrogado sobre ciertas cosas que solo Bruto sabría, o aún peor… que Bruto ya estuviera dentro del complejo y sería identificado inmediatamente como un impostor.
—Me aseguré de confirmar que Bruto estaba en la Hacienda Real antes de llegar aquí, pero parece que fue innecesario —reflexionó.
Todos aquí estaban impactados de verlo, lo que significaba que no había aparecido por aquí en un tiempo.
Y más importante aún, no iba a hacerlo pronto.
—Lidiaré con eso cuando llegue el momento —se dijo a sí mismo—. Por ahora, debería encargarme de esto.
—Ha pasado un tiempo desde que vine aquí. Solo quiero echar un vistazo... —hablar con la voz profunda de Bruto se sentía bien por alguna razón para Rey, pero se compuso.
—En ese caso, más vale informar—! —... Solo.
Una vez dijo esto, estrechando sus cejas de manera entendida, la piel de los guardias saltó instantáneamente.
—¡A-ah! ¡Entendido! —al parecer, eso fue todo lo que tuvo que decir para que le concedieran acceso al interior.
—¡Aquí! Por favor use esto, señor. —en una mano había una máscara con filtro especial, y Rey se dio cuenta al instante para qué era. 'El interior es muy sofocante, así que esto previene la sobreexposición al aire envenenado.'
La máscara tenía gafas adheridas, así que sus ojos también estaban protegidos contra irritaciones.
El segundo artículo era un par de Tapones para los oídos. 'No cancelará completamente el ruido, pero bloquea la mayoría del sonido chirriante y abrumador que invade este establecimiento.'
Rey se puso todo de prisa, y una vez terminado, abrieron las puertas muy gruesas y pesadas para que pudiera entrar.
Entró rápidamente, y ellos cerraron las puertas de inmediato. 'Ahh... Ya veo qué pasó ahora.' Rey sonrió en su forma de Bruto.
Las puertas no usaban Barreras de Energía, así que tenían que cerrar las puertas rápidamente antes de que demasiado ruido y aire contaminado se filtrara.
'Sentí algo al entrar, así que deben tener algún filtro que prevenga la mayoría de las fugas inmediatas.' En cualquier caso, toda la estructura estaba construida de manera muy efectiva, y ahora que Rey presenció su interior, confirmó que ese era el caso.
Tantos edificios grandes y silos decoraban el amplio complejo, y los trabajadores caminaban en múltiples direcciones, esforzándose al máximo.
Nadie realmente lo notó, ya que llevaba una máscara y gafas, y francamente todos estaban demasiado ocupados para prestarle mucha atención.
'Segunda fase completa. Ahora la etapa final...' No le tomó demasiado tiempo a Rey encontrar la entrada a El Calabozo Real desde donde estaba.
Un grupo de Mineros estaban entrando con sus bolsas detrás de ellos y máscaras en sus caras.
Tenían overoles uniformados que cubrían sus cuerpos, por lo que era difícil distinguir a uno del otro. '¡Bien! ¡Allá voy!—con una sonrisa traviesa, Rey usó [Sigilo] y corrió para unirse a las filas de mineros, utilizando su habilidad [Mimetizar] para replicar sus uniformes.
Se convirtió instantáneamente en uno de ellos y entró tan fácilmente como lo hicieron ellos.
Pronto, pudo entrar en la boca abierta del Calabozo.
'¡Jejeje! ¡Hasta ahora, todo va bien!' *
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[N/A]
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