—¡Zev! ¡No! —Sasha se levantó de un salto. Él no podía hacerlo. ¡Tenían que averiguar lo que Nick sabía! —¡Zev! ¡Detente! —ella corrió unos pasos tras él, pero ya había desaparecido de la vista, galopando en su forma de lobo, su pelaje se fundía con el bosque que tenía delante incluso antes de que girara una esquina y quedara oculto por los árboles.
Giró para enfrentarse a los demás cuyas expresiones iban desde la sorpresa hasta la aprobación. —¡Tenemos que detenerlo! ¡Nick sabe cosas que necesitamos saber! Si lo mata, nunca... digo, no sabremos si...
—Sasha-don, —dijo uno de los guardias suavemente—, él va a defender a su familia, su clan. Es lo correcto.