—Que alguien me explique qué está pasando exactamente —murmuró Nick mientras mojaba una toalla y se la llevaba a Sasha para limpiarse la cara y la boca—. Ahora.
—¿Qué...? —Sasha estaba a punto de preguntarle qué quería decir, cuando él se enderezó, gesticulando mientras hablaba y ella se dio cuenta de que tenía algo en el oído. Estaba hablando con alguien más.
—¡No, no! Eso es una tontería. Sus signos vitales se dispararon, pero en cuanto yo llegué ella está en el suelo como si tuviera un ataque al corazón. ¿Qué estás leyendo? ¿Dónde está él? ¿Está aquí? ¿Él está haciendo esto? ¿O...? —Nick se detuvo, escuchando a quien estaba en su oído mientras enjuagaba la toalla que Sasha le había entregado y se la devolvía de nuevo.
—Él no está aquí —rasgó Sasha, con la garganta en llamas.
—Nick le lanzó una mirada oscura, pero luego su atención obviamente regresó a la otra conversación—. ¿Esto lo estamos provocando nosotros? ¡Es un riesgo que no podemos asumir ahora!