—¡Llegas demasiado tarde! —escupió a quienquiera que hubiera hablado—. ¡Ella está reclamada y declarada!
—El Rey nunca llega tarde.
Oh mierda. Tenía que ser Xar. No podía ver por encima de la multitud, pero Zev sí podía, y su rostro se volvió duro como la piedra, los músculos en la parte trasera de su mandíbula se flexionaban como si estuviera apretando los dientes.
—El Rey no presentó su desafío —dijo Zev a través de sus dientes, las palabras disolviéndose nuevamente en el gruñido.
—Es prerrogativa del Alfa cuando la hembra no se ha apareado antes
—Ella ha sido apareada. Ella es mía, en todo sentido de la palabra. Percibe el vínculo si tienes que hacerlo. Es diferente, más tenue que el de los Quimera—but está allí. Incluso ella puede sentirlo. Lo completamos hace años—es cómo lo he sabido todo este tiempo