—Sasha —cuando pasaron por la habitación amurallada, Sasha vio otro de esos cubos de basura y supo que no iba a salir de este lugar.
Lanzando la tapa hacia atrás, se agachó sobre él, su cuerpo purgándose y convulsionando. Intentó hacerlo en silencio, aunque no hubiera podido decir por qué. No quería otra cosa que interrumpir a esos dos en la arena. Para evitar que tuvieran que seguir adelante con esto.
Pero entonces las palabras de Nick le volvieron.
—Desesperadas. Las hembras estaban desesperadas. Por compañeros y familias —ellas querían esto.
Sacudió su cabeza y volvió a vomitar.
—Esto estaba mal. Todo esto estaba tan mal
¿Cómo iba a detener que esto siguiera ocurriendo? ¡Estas personas creaban a la Quimera!
Cuando su cuerpo finalmente se vació y se inclinó sobre el cubo de basura, jadeando, tragando, esperando a ver si quedaba algo, la desesperanza la invadió.
—Esto era imposible. Estas personas... lo que hacían...
¿Cómo iba a derrotarlas?