—Señor, saludos —hizo una reverencia un joven, y Elisa recordó quién era, el hombre era Dalton Lone, la misma persona que había anunciado la noticia de la muerte de John.
—Saludos —respondió Ian con un gesto de cabeza—. Un día es todo lo que se necesita para que lo que una vez lució espléndido se convierta en nada. ¿Es esa su familia? —preguntó Ian a las personas que lloraban desde lejos. Elisa vio a una mujer vestida de negro con un velo negro cubriendo su rostro mientras seguía llorando.
—Sí, la dama es la única hermana del Señor Lipton, Lady Ingrid —respondió Dalton, y sus ojos se encontraron con los de Elisa para después desviar la mirada. Se preguntaba si Ian le había tomado mucho cariño a Elisa. La llevaba a todas partes independientemente del lugar.