Esperanza abrió los ojos y encontró a Ethan a su lado. Él estaba sentado junto a su cama en una silla, con la cabeza gacha.
Pero, cuando captó un pequeño movimiento de Esperanza, levantó la cabeza mientras sus ojos se abrían de par en par con incredulidad.
—¡Esperanza! —exclamó. Se movió para sentarse en el borde de su cama y la observó parpadear somnolienta. —¡Por fin has despertado! Pensé que nunca volvería a hablar contigo.
Esperanza intentó sentarse y Ethan inmediatamente la ayudó.
—¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? —Esperanza se recostó contra las almohadas que Ethan había arreglado para ella y observó su alrededor. Reconoció este lugar. Esta era su habitación con Kace. —¿Dónde está Kace?
—Llevas casi dos semanas desmayada —respondió Ethan en un tono preocupado. —¿Cómo te sientes ahora? —volvió a preguntar y se puso de pie antes de caminar hacia la mesa y servir un vaso de agua.