—Hola, preciosa —Kace habló con Hope en un tono encantado, su rostro brillaba intensamente con emoción mientras sus ojos estaban inyectados de rojo sangre.
Por un momento, Hope quedó atónita, pero luego se dio cuenta de lo que estaba pasando. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Kace perdió ante su bestia, pero ahora, Hope estaba cien por ciento segura de que Kace dejó que su bestia tomara el control deliberadamente, ya que no quería lidiar con una Hope enfadada.
—No esto otra vez —gruñó Hope. Era encantador ver este lado de Kace, pero necesitaba su lado humano para pensar racionalmente en este momento, ya que su bestia estaría más que feliz de atraparla aquí.
—¿No te gusta verme? —Kace cruzó sus brazos y la miró con una expresión herida—. Me decepciona. También soy Kace.
Bueno, eso era cierto, pero era un poco complicado de explicar. Sin embargo, en este momento Hope no quería hablar con el encantador Kace.
