—¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO!? ¡EXPLÍCAMOLO PRIMERO!—Kace rugió a su hermano mientras intentaba torcer la mano de Jedrek para alejarlo de él, y pateaba su abdomen, solo entonces Jedrek lo soltó.
Cuando finalmente logró librarse de la presión mortal de Jedrek, Kace rodó su cuerpo en el suelo, tratando de evitarlo. Por si este loco de hermano volviera a abalanzarse sobre él.
Sin embargo, Jedrek no lo persiguió y se quedó quieto, con todo el cuerpo temblando violentamente para contener su ira. Sus ojos rojos miraban ferozmente a su hermano.
—¿Qué te pasa?—Kace se frotó el cuello y observó cómo las heridas en la cara de Jedrek se curaban, dejando trazas de sangre que se esparcían por su rostro diabólico.
—¡El centauro secuestró a mi compañera! ¡Eso fue lo que pasó!—Jedrek enfatizó cada palabra que escupió. Parecía alguien que atacaría en cualquier momento, por lo tanto, Kace tenía que mantenerse alejado de él. Fuera de su alcance.
—Está bien—Kace levantó los brazos—. Lo sé.