—¿Hay una antorcha en el festival? —preguntó Esperanza mientras lavaba todos los platos sucios después de su cena con Rossi, que estaba limpiando la mesa. Todos los hombres estaban en la sala de estar mientras Sofía estaba preparando unas galletas para ellos.
—Sí, la hay. El festival comenzará cuando se encienda la antorcha —Rossi puso otro tazón sucio en el fregadero—. Tú nunca has estado en el festival, ¿verdad? —declaró.
—Y creo que nunca lo estaré —Esperanza hizo un puchero con los labios, tratando de actuar normal, lo cual era difícil si vivías rodeada de esas criaturas sobrenaturales, que podían olfatear tus mentiras.
Afortunadamente, no le prestaron atención a Esperanza y mientras ella no hiciera algo extraño, Esperanza pensó que estaría bien hasta que pudiera ejecutar su plan. Con suerte todo estaría bien...