—¿Qué? —Los ojos de Esperanza se abrieron sorprendidos.
—¿Te besó? —Kace se inclinó más cerca. Sus ojos se estrecharon peligrosamente hacia ella.
—No —Esperanza lo soltó sin tener oportunidad de pensar con claridad. Sacudió la cabeza mientras su corazón comenzaba a latir muy rápido—. Quiero decir...
—Bien —Kace se alejó y sonrió, su naturaleza relajada regresó—. No sería bueno para él —dijo con una sonrisa diabólica.
—No puedes lastimarlo —Esperanza lo miró fijamente, pero su rostro sonrojado no pudo ocultar lo que sentía al respecto.
—No lo haré —Kace sacudió la cabeza—. Te conquistaré. Ya te lo dije antes, una vez que regresé, nunca te dejaré de nuevo.
A veces, era muy bueno escuchar cuando un hombre mostraba sus sentimientos sin restricciones. Un poco de posesividad junto con la voz suave de Kace era suficiente para hacer que Esperanza se mordiera el labio inferior para evitar sonreír.