Al escuchar eso, Lyrus se levantó, seguido de alrededor de veinte Licántropos detrás de él.
Esta acción mostraba cuánta gente había traído Lyrus consigo debido a la orden de Jedrek. Al final, él no era uno de los hombres de Torak.
—Alfa Torak, independientemente de que tengas tu propia manada, no creo que debas olvidar tus raíces —dijo Lyrus con calma—. Eres el segundo hijo de la familia real y deberías respetar al Alfa Jedrek como el primogénito, el Alfa y tu hermano —intentó justificar sus palabras y acciones.
—Vuelve a tu lugar —dijo Torak con gravedad. Su mano alrededor de los hombros de Raine se apretó, sin embargo, todavía estaba consciente de ser lo suficientemente suave como para no lastimar a su compañera.
—Deberías poner los intereses de la manada por encima de cualquier cosa —Lyrus estaba muy seguro de que Jedrek tendría los mismos pensamientos que él.