Raine estaba mirando por la ventana del coche cuando vio a lo lejos un edificio familiar. Era el edificio Donovan.
—Llévame a la Compañía Donovan —dijo Raine al conductor.
—Pero señorita, me han ordenado llevarla de regreso a casa —el conductor se negó al instante.
Raine frunció el ceño al escuchar la negativa. —He dicho que quiero ir a la Compañía Donovan.
—Pero señorita... el señor Lockwood me dijo que la llevara directamente de vuelta a casa —el conductor informó a Raine y a propósito se perdió la intersección.
Tuvieron que dar un gran rodeo para volver. El conductor lo sabía pero aún así lo hizo deliberadamente.
El conductor era un humano, que fue reclutado por Rafael y contratado por Torak para proteger a Raine. Por lo tanto, seguirían las órdenes de Torak o de Rafael, pero no las de ella.
Obviamente, él no iba a escuchar.
Por lo tanto, Raine necesitaba tomar una medida extrema para que su voz también fuera escuchada.