Raine lideraba el camino hacia la cabaña, sus pasos eran ligeros como si pudiera volar.
¿Quién habría pensado que la cosa que Serefina le había introducido en el cuerpo groseramente y sin explicación alguna realmente se volvería en su contra?
—Pero, Serefina —Raine disminuyó el paso hasta que Serefina caminaba a su lado—. ¿Por qué crees que el hechizo de las flores azules tampoco funciona en mí? Dijiste que el cuerno de unicornio podría repeler algunos hechizos y maldiciones, pero no creo que este hechizo esté al mismo nivel que el tuyo de antes, ¿verdad?
En la mente de Raine, el hechizo de Serefina para dejarla muda era un juego para la bruja. Pero si Serefina no podía anular el hechizo de las flores azules que ocultaba la cabaña de su vista, entonces ese hechizo debía ser realmente fuerte.
Sin embargo, ¿por qué el hechizo de las flores azules no funcionaba en Raine?