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—Sangre —dijo Bree antes de olfatear el aire una vez más y sus ojos se abrieron de par en par mientras miraba alarmada a Lana—. Huelo sangre de ella.
Tres pares de ojos se volvieron simultáneamente hacia Lana con temor claramente visible en ellos cuando se dieron cuenta de lo que le estaba sucediendo.
—Lana, estás sangrando —dijo Sophie cuando también notó que el olor espeso de sangre en realidad emanaba de Lana.
Sin embargo, Lana no podía sentirlo. Había demasiadas sensaciones, sin mencionar el dolor insoportable que seguía retorciéndole el alma, por lo tanto, no estaba consciente de esto antes de que Bree lo mencionara.
—Lana... —Keira la miró ansiosamente porque no obtuvo ninguna reacción visible, como si toda vida la hubiera abandonado.
—No lo lograré —dijo Lana suavemente, su respiración se volvió irregular cuando miró hacia abajo y vio cómo la sangre fluía antes de acumularse alrededor de sus pies—. No lo lograré...
