La mente de Bernice se quedó adormecida por un momento. El Capitán Samuel con sus ojos negros como cuentas era su pareja. Cada parte de su cuerpo anhelaba tocar su cuerpo. Quería correr hacia sus brazos, pero el shock la encontró primero. Luego, la incredulidad completa y la agonía la invadieron. Su olor la hacía querer acurrucarse a su alrededor. El lazo de compañeros era más mortal de lo que había esperado.
¿Pero cómo podía ser un hombre tan bajo de estatura y completamente opuesto a Kaizan su pareja?