Desde que Murtagh fue capturado por el rey y puesto bajo arresto domiciliario, había estado maquinando planes sobre cómo crearía un caos total en el reino. Se había rebelado contra el reino y tenía una gran influencia entre las tribus fronterizas. Sin embargo, Cora se le ocurrió la idea de darle a su nieta en matrimonio, y eso fue lo que detuvo sus actividades.
El problema era que la niña se había perdido. Murtagh quería volver a ser un rebelde, pero no lo hizo porque, como futuro prometido de Iona, todavía tenía excelentes beneficios. Era respetado y temido por muchos en el reino. Además, su negocio prosperaba. Hacía tratos con comerciantes para darles beneficios extras en el reino y aceptaba sobornos. Además, sin Iona, no era como si tuviera escasez de mujeres. Tenía más que suficientes mujeres para sus necesidades.