Una semana después.
—¿Gemelos? —chilló Anastasia cuando Olivia le contó. Había pasado por el primer mes de embarazo con muchos vómitos. —¿Estás segura?
Kaizan estaba fuera, rastreando a los pícaros en las fronteras de los Valles Plateados junto con Guarhal, quien ahora dirigía la unidad de Mozia que patrullaba el camino de comercio entre los Valles Plateados y la manada Garra Blanca y también los territorios de la manada.