Murtagh había llamado a todos sus pícaros del camino de comercio para realinearlos según sus planes. Le dio al líder rebelde una mirada fría. —Eso asegurará que estén confundidos y sepan que no pueden contenernos. ¡Será como, a dónde enviarán sus tropas? ¡El ataque va a suceder en cinco lugares diferentes al mismo tiempo!
Los ojos del pícaro rebelde se agrandaron. Miró el mapa y luego sacudió la cabeza. —¡Eres brillante, Alfa Murtagh! No es de extrañar que el reino te tema tanto. Al principio, la reina te ofreció la mano de su hija y cuando la chica se perdió, te pusieron bajo arresto domiciliario —se rió—. Ahora puedo entender que eres una fuerza a tener en cuenta y es un honor trabajar para ti.