```
La mirada de Anastasia se deslizó hacia su erección que sobresalía en sus pantalones. Ella tocó la punta a propósito y dijo —Estamos en un templo y tenemos que abstenernos de estas actividades.
Él atrapó su mano con la suya alrededor de su eje —Este tiene su propio cerebro y no puedo evitarlo —lentamente guió sus manos arriba y abajo de él—. Terminaré teniendo bolas azules si no se atienden.
—¿Bolas azules? ¿Qué son? —preguntó ella inocentemente—. ¿Cómo se consiguen bolas azules? —Detuvo su mano—. ¿Es algún tipo de enfermedad? ¿Cuál es el tratamiento para ello? —Miró los pantalones de su esposo y simpatizó con él.
El príncipe oscuro suspiró —Duchas frías —dijo—. Las duchas frías son el tratamiento para las bolas azules.
—¡Oh! —Empezó a levantarse.
—¿Adónde vas? —preguntó él con una ceja levantada.
—Voy a buscar una jarra de agua fría para echartela encima. Ya sabes, mejor prevenir que curar. Así no tendrás bolas azules.