```
La bruja chasqueó los dedos y se convirtió en una pluma de oscuridad que sopló en la oscuridad de la cueva. Anastasia miró a la muerta Lila, que se mantenía como guardia. Se preguntó si Lila podía sentir sus movimientos o no. Tenía ganas de probarlo, pero estaba demasiado cansada mental y físicamente. Inclinó la cabeza hacia atrás contra la pared y descansó, inquieta en el corazón. Cerró sus ojos para concentrarse en su magia pero era tan débil que apenas la sentía. Íleo había encadenado sus alas antes de que ella dejara Draoidh porque no quería exponerla, pero con el giro que habían tomado las cosas, ya no estaba segura de quererlas encadenadas.