```
—Necesitamos revisar la cabeza de Elreth —dijo ella en voz baja, frotando el brazo de Elreth.
—¿Dónde está... dónde está Reth? —Elia jadeó. Sonaba como una niña suplicando por su padre, pero no le importó.
—Él está justo decapitando a otros machos, volverá muy pronto, así que vamos a examinarte ahora, ¿de acuerdo?
Elia asintió, sin poder comprender del todo lo que había dicho.
Manos invadieron su cuerpo y ella se contrajo por un nuevo destello de dolor. Pero no duró mucho. Luego hubo un momento de consulta murmurada entre Jayah y Aymora mientras Elia se preparaba. El mundo comenzaba a hacerse un túnel, a separarse de ella. Sin embargo, podía sentir que una nueva contracción se acercaba.
Quería llorar, pero no podía encontrar la energía.
¿Por qué nada cambiaba nunca? ¿Por qué estaba atrapada en el mismo lugar, el mismo dolor?