GAHRYE
Él y Kalle habían estudiado las historias ocultas hasta bien pasada la medianoche, después se habían caído en la cama y en los brazos del otro.
Gahrye todavía se maravillaba de su pasión por él, cómo su respiración se aceleraba con solo un beso. La forma en que ella temblaba cuando él besaba su pecho. La piel de gallina que se formaba cuando acariciaba sus piernas.
Las noticias que habían recibido, su convicción de que tenía que llevar a Elia de vuelta a Ánima, y la certeza de Kalle de que él podría... todo se conjuró para hacerlos a ambos desesperados.
Cuando él entró en ella esa noche, lo sintió en su piel. De la cabeza a los pies, se estremeció, el llamado al apareamiento gemía en su garganta en olas, una y otra vez, y Kalle susurrando su nombre en respuesta.
Se balanceaba entre aferrarse, cubriéndola con su cuerpo y acercándola a él hasta que ninguno de los dos podía respirar, a arquearse hacia atrás y golpear su amor en ella.