—Cuarenta minutos después, Reth estaba sentado en la mesa, clavando las uñas en la dura superficie de piedra para evitar temblar —dijo Suhle, con sus labios torcidos al pronunciar las palabras.
—Existía toda la posibilidad de que este plan diseñado por los lobos hubiera funcionado. Darse cuenta de eso era humillante, aterrador y… posiblemente, la ira más fría que Reth jamás había sentido. Si su enemigo no se hubiera dado vuelta mostrando su vientre, Reth podría haber estado muerto en días.
—Si fuera cierto. Y esa era la pregunta que lo atormentaba como una mosca zumbando alrededor de su cabeza. ¿Se podía confiar en esto? ¿Había alguna posibilidad de que Suhle hubiera sido engañada? ¿Había alguna posibilidad de que Lerrin hubiera sido descubierto y engañado?