—¿Por qué? —Declan se tocó el cabello nuevamente con confusión.
—¿Y de qué color es el cabello de esta mujer, amable señora? —preguntó Declan, pues estaba seguro de que no podía ver ningún cambio en su aspecto.
La mujer parecía un poco impaciente, tomó una respiración profunda y luego miró a Anne quien todavía se veía avergonzada, pero también la miraba con curiosidad.
—Su cabello es también plateado y antes de que preguntes, ambos tienen ojos grises y piel clara y ambos tienen un pequeño lunar en los labios. Parecen gemelos. ¿Eso es suficiente? —viendo cómo sus manos estaban en su cintura, Anne no sostuvo más y asintió con la cabeza.
La mujer negó con la cabeza y se fue como si acabara de deshacerse de tontos.
—¿Por qué no pude ver los cambios? —preguntó a Anne, que tenía una mirada orgullosa en su rostro.