—¡Usted es libre de hacer eso! —murmuró con una risa que la provocaba. Ella levantó una ceja.
¿Estaba bajo la ilusión de que ella no lo haría porque tenía sentimientos por él? ¡Ja! ¡Si eso era lo que él quería!
Empezó a lanzar el hechizo y pronto toda el área empezó a arder. Él podía sentir el fuego quemando todo a su alrededor.
Pronto su cuerpo también se prendió fuego. Pero no quitó las manos. Siguió sosteniéndola mientras ella lo miraba con furia, su sonrisa solo se ensanchaba.
Como demonio había pasado toda su vida en el fuego del infierno. ¿Cómo podría afectarlo esta pequeña cantidad de fuego?
Ella no podía usar el array de teleportación debido a su cercanía. Si lo iniciara, él también sería arrastrado con ella.
—¿Qué diablos quieres? —preguntó ella con una mirada feroz en sus ojos.
—Tu perdón. Eso es todo lo que quiero y deseo. —Su voz era baja pero tenía una gravedad y fuerza inmensurables en ella.