—No tienen idea de lo difícil que es para nosotros mantener nuestra posición estos días con los consejeros cazándonos como si fuéramos delincuentes y luego los vampiros mirándonos como si fuéramos su presa —murmuró.
—No solo los nobles, sino todo el imperio está en tumulto y he escuchado que algunos plebeyos están planeando rebelarse y tomar el imperio —comentaba otro.
—Si eso sucede, entonces perderemos nuestra posición. El imperio no podría quedarse sin un gobernante por mucho tiempo que pudiera hacerles recuperar la fe —añadió preocupado.
—Pero… —la mujer se mordió los labios y miró hacia otro lado. Parecía que quería quedarse más tiempo pero estaba reticente a decirlo.
—¿Pero qué? —Hazel sostuvo los hombros de la chica y los apretó suavemente asegurándole que estaba toda oídos para ella.
—Señor Rafael... Él pidió a los nobles ser su alimento de por vida haciendo el lazo de sangre que seguiría también a todas las generaciones futuras —reveló la mujer con temor.