```
Hermosa, era absolutamente hermosa y encantadora cada vez que la veía y en estos días se le hacía difícil controlar sus impulsos de tenerla en sus brazos y hacer lo que deseaba con ella.
Pero ahora mismo, cuando ella estaba frente a él con solo su ropa interior puesta, la bestia en su interior estaba tan contenta y, a la vez, inquieta. Él se encontró al límite. Sabía que debería irse, que no debería haber entrado en primer lugar, no podía traicionar a su bella. Pero no tenía control sobre su mente y cuerpo y antes de darse cuenta, ya había entrado.
Un intenso anhelo, tanto emocional como físico, lo atormentaba, haciendo que su cuerpo cobrara vida. Deslizaba su mirada sobre ella, sintiendo una extraña combinación de satisfacción y hambre por devorarla al mismo tiempo y, sorprendentemente, no sentía que estuviera traicionando a Hazel.