—¿Estás dispuesta a sacrificar tanto solo para evitar tener una cena conmigo, lo cual puedo obligarte a tener en cualquier momento una vez que ambos hayan salido de tu vida? —su corazón palpitaba y la sensación de miedo que solía inundarla siempre que era llamada para encontrarse con su familia cuando era niña la llenó de nuevo.
Sabía que la habían odiado desde el principio aunque nunca entendió por qué. ¡Había otro hijo ilegítimo de su padre pero él vivía en un palacio y era tratado como cualquier otro príncipe!
¡Pero a ella la trataban mal porque era una chica! ¡Si tan solo hubiera sido legítima o al menos un chico!
—¡Suspiro! Parece que eres demasiado egoísta y no tienes ningún deseo de salvarlos a ambos. —él sacudió su cabeza en decepción y se giró para alejarse cuando ella finalmente recuperó el sentido y negó con su cabeza.
¡No! No quería que ninguno de ellos enfrentase problemas por su culpa.